viernes, 15 de abril de 2011

E-reader, comprarlo o no comprarlo, that is the question

Al final, tras un arrebato consumista, me lo llevé a casa. La verdad es que trae todo lo que puedas necesitar : una funda de cuero para protegerlo, un cable USB con cargador para la corriente, unos auriculares e incluso un destornillador (por si necesitas cambiarle la batería). Pero lo importante de la caja es el aparatito. Cuando lo cogí por primera vez me sorprendió lo fino y ligero que es (1 cm de grosor y tan sólo 160 gr.). Para los que no estéis puestos al día en el tema de los libros electrónicos, debo deciros que existe un “hermano mayor” de mi Papyre y que es el más extendido. Es el Papyre 6.1 y es más o menos igual que el mío pero un poquito más grande (pantalla de 6 pulgadas, en vez de 5).




Por defecto, el Papyre te trae una tarjeta SD de 2Gb con muchos libros clásicos -es decir, libros sin derechos de autor- y que pueden ser interesantes. Pero lo mejor es meterle tus libros y para eso el Papyre es ideal ya que acepta un montón de formatos (PDF, DOC, RTF, TXT, HTML, EPUB, MP3, CHM, ZIP, FB2, EPUB, DJVU, WOLF, LIT, PNG, JPG, TIF, GIR, BMP, ZIP, RAR, PPT). Os recomiendo el formato FB2 ya que es el más completo, aunque los PDF también se ven bien si están adaptados para leerlos en un ebook (y no todos lo están). En este reportaje voy a limitarme a hablar de los libros en formato FB2, que es el que más uso.



Al organizar los libros en el Papyre puedes hacerlo a tu gusto. Yo he creado una carpeta por cada género (igual que los géneros de las reseñas del blog) y dentro voy metiendo los libros de modo que me salen en orden alfabético. Hay que dejar algo claro: el Papyre NO es táctil, por lo que para navegar por los menús tienes que ir pulsando botones. Puedo decir que es bastante sencillo e intuitivo. Uno de los detalles que más me gustan es que tiene varios botones diferentes para pasar de página: los números 9 y 10, los botones del margen izquierdo y una pequeña palanquita (por llamarlo de alguna manera) en el lateral derecho. De ese modo, puedo pasar página fácilmente sin fijarme demasiado en cómo cojo el libro.




La pantalla es impresionante, recordad que NO es retroiluminada (es decir, si apagas la luz, no ves nada xD) y por ello no cansa la vista. Yo la sigo mirando y me sigue pareciendo increíble que sea en realidad una pantalla. Los textos se leen perfectamente, las letras aparecen muy nítidas y no hay apenas reflejos. Además, como puedes elegir el tamaño de la letra, es muy útil para personas con problemas de vista.

Una mención aparte merece la batería. Llevo unos quince días con él, he leído un libro (La trilogía de Nueva York) y he estado usándolo bastante, menú pa’ arriba, menú pa’ abajo, y todavía tengo 2 rayitas en el marcador de batería. Todavía no he necesitado cargarlo… Algunos lectores electrónicos traen otras prestaciones como wifi o poder escuchar mp3 (éste lo trae, para eso son los auriculares) pero yo no los veo de mucha utilidad. Si quiero un libro electrónico es para no tener que preocuparme de la batería y no me sirve de nada si, por culpa del wifi o de la música, me quedo sin poder terminar el libro que estoy leyendo.



Anexo:Los menús que podéis ver en mis capturas no son los que trae por defecto el Papyre. Existen por Internet varios firmwares diferentes que se le pueden meter al aparato para mejorar sus prestaciones, su estabilidad e incluso para que le dure más la batería. Yo le instalé el firmware de Buggins.

Bueno, eso es todo. Espero que les sirva. Como opinión personal agregaría que lo que me llevó a interesarme en estos gadgets, es el hecho de que sea tan fácil encontrar e-books en internet y tan incómodo de leer en un pantalla de lcd. Por otro lado, donde vivo no hay librerías de libros usados y me cuesta conseguir libros también porque los tengo que encargar. Me encantaría tener más libros y estamos de acuerdo que el papel no tiene reemplazo, más bien un e-reader es un complemento.

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